La mujer, una guerrera más.
La mujer ha tenido un papel predominante en la historia, aunque la mirada miope de muchos historiadores de épocas de antaño lo minimizan.
En la historia militar de las primeras civilizaciones son ignoradas casi por completo. Sin embargo, la mujer tuvo una participación relevante en estos menesteres. En la mitología japonesa, la mujer se expresa en la diosa solar Amaterasu. La sombra proyectada por la antigua influencia matriarcal se observa en el predominio del culto solar, que era femenino en su concepción japonesa original. En las primeras crónicas de la historia de Japón se relatan las hazañas de reinas y princes
as combatiendo junto a sus tropas. Al pasar los años se le fue quitando importancia, sobre todo por la influencia de las doctrinas de Confucio y, así, se redujo su posición. En el periodo Heian, quizás no las encontramos como guerreras, pero si como grandes escritoras dándoles un lugar de preponderancia en la cultura japonesa.
En los tiempos de los Shogunatos, las mujeres se unieron a los buke por la lucha del predominio político. Masako, esposa del primer shogun kamakura, fue descrita como astuta y heroica. No puedo dejar de mencionar a Jingu la emperatriz,Tomoe Gozen, etc, que se esforzaron por ser grandes guerreras.
Estas mujeres eran instruidas y adiestradas en el uso de armas tradicionales y en el dominio de los caballos. Cabalgaban hacia la batalla con sus esposos, gritando y alentando a sus tropas. Se especializaban en el manejo de armas tales como la lanza recta (yari), la lanza curvada (naginata), el puñal corto (kaiken), el arco y técnicas de combate cuerpo a cuerpo (jujutsu, Aikijutsu).
Ellas aceptaban la muerte resignadamente cual samurai, siguiendo los códigos como cualquier guerrero, es decir, de no aceptar la derrota y el deshonor.
Es curioso que en una sociedad tan poco igualitaria como la japonesa feudal se desarrollara esta casta de mujeres guerreras "onna bugeisha".
Patricio Valenzuela. Sensei Dojo Hagakure.