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“Zen en el arte del tiro con Arco” - EUGEN HERRIGEL

A lo largo de los años, en mi búsqueda o camino sobre las Artes Marciales, he podido empezar a entender o tener señales, de que toda preparación, no tiene sentido, si no me desprendo de mis ataduras o cadenas. Así como en el texto que me toco leer, un maestro o experto en un arma o un arte, no se preocupa de su destreza con lo que sabe o maneja, si no que libre de prejuicios, solo ejecuta, es decir y hablando aun mas expresamente, un arquero solo se preocupa de lanzar…….solo sabe lo que tiene que hacer y a su vez no sabe nada, nada le perturbaba, ejecuta sin pensar.

Como lo señalaba anteriormente, para llegar a tal nivel de experticia, hay que pasar por la procesión, o recorrer ese largo camino, lleno de altos y bajos, baches y sobresaltos. El peregrinaje hacia la Maestría, es una cuesta interminable, en el cual el alumno es alentado por su profesor.

Como lo mencionaba, el maestro de cada alumno, o mentor, es su referente……..el único que lo mantiene con vida o en el camino. La admiración o la fe en la enseñanza del Maestro, es un pilar fundamental en el camino del perfeccionamiento. Su sola presencia, o con tan solo una palabra puede encausar su camino.

Dicho proceso de confianza en el profesor, se logra con la aceptación, la cual es parte del camino, es una etapa que a nosotros los occidentales, nos cuesta entender, ya que nuestra cultura competitiva, basada en ambiciones personales y egos, nos hace consciente o inconscientemente, refutar las enseñanzas y como lo mencionaba al principio son nuestros lazos, que nos impiden avanzar en el proceso. La sumisión, o la subyugación, es el proceso más complejo en el perfeccionamiento.

Una vez, superado dicho proceso o avanzado, es cuando se puede empezar a recién entender el camino de la maestría. Entendiendo el porqué de cada jornada de entrenamiento, el entender el porqué de cada repetición. Entendiendo el despertar de la conciencia, la cual te permite a lo largo de los años a empezar a sentir el trasfondo de la disciplina que uno escogió como forma de vida.

Para enfatizar en lo anterior, la maestría en la Arquería, se define cuando el practicante, se olvida de la ejecución del lanzamiento y su fin que es la flecha en el blanco, llega a tal nivel, que lanza si ver, que incluso podría hacerlo con los ojos vendados. Su precisión es tal que su cuerpo, su forma o postura y su respiración lo hacen uno con el arma, siento la flecha una proyección de él, y siendo el arco, el medio o instrumento, fusionado con el ejecutante.

El texto indica que madurado el camino, el camino de la conciencia o no conciencia, la fluidez o claridad técnica aparece cuando te desprendes de tu yo interno, es decir el ejecutante, no es quien ejecuta, si no “aquello”………….

“Aquello”, es algo etéreo, algo sutil, intangible, algo que a lo mejor no tiene explicación en palabras, pero ese “aquello”, es el “climax”, del alumno, que lo hace rozar la perfección, en la ejecución técnica, lo que lo hace avanzar en el camino de la maestría. EL camino de la conciencia despierta o a su vez de la no conciencia, es cuando la técnica, explicada en palabras o recomendaciones, pasa a ser parte del alumno, y es capaz de de lanzar en una aplicación de una técnica o lanzamiento una proyección de su propia alma……creo que eso es el ZEN.

El Zen, en el Jujitsu, Karate, Kyudo y también en el Kendo, es no preocuparse si das en el blanco, o cuantos puntos aciertes, o cuantos “MEN” marques. La ambición por dar en el blanco, te convierte en un simple competidor, preocupado de validarse técnicamente con el resto, alimentando su ego con cada competencia que gane, alimentando y dando de comer a sus espectadores. El Zen, en las artes Marciales, es la despreocupación de si acierto o no, pero es la preocupación de la correcta ejecución, que llega con los años de práctica. La perfecta ejecución, es la meta de cada artista…..pero dicha meta, que es el único objetivo de cada alumno, es una meta inalcanzable, un círculo virtuoso que se llama BUDO.-

Dicho camino, y concuerdo plenamente con el texto, con el tiempo se vuelve confuso, debido que la búsqueda de la simpleza es muy difícil. Pero a lo largo del tiempo empiezo a entender que muchas veces esa simple perfección que buscamos, en las artes marciales, se logra liberándose de mi “Yo”, vaciando mi cuerpo y mi mete de mis trabas o ataduras…..fusionándome con la disciplina o técnica, desprendiéndome de mi conciencia, al punto de no pensar si soy “Tori” o “Uke”, o si como lo menciona el libro, soy yo quien lanzo la flecha o es el blanco que viene hacia mi…….

Ensayo literario sobre el “Zen en el arte del tiro con Arco”, escrito por Luis Andrés Poblete Neumann, alumno del Dojo “HAGAKURE”.-


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