HAGAKURE: “oculto tras las hojas”
El HAGAKURE es el más sobresaliente de los tratados sobre samuráis que ha sido publicado, esto es porque no solo presenta una filosofía interesante, sino que sus consistentes reflexiones encaminan a una muy profunda introspección y a adentrarse en el conocimiento acerca del código de comportamiento que promueve el verdadero espíritu del Bushido (El camino del guerrero). En su encanto, que lo diferencia de toda nuestra realidad llena de pragmatismo, propone que el Bushido es una “Forma de Morir”. Pareciera ser entonces que se planteara algo irracional, al ser antinatural el plantear la muerte como una decisión o una forma de camino. Para muchos de los samurái también lo era, porque es parte del ser humano amar la vida o aferrarse a ella, más si consideramos que ellos eran los que la defendían. Sin embargo el planteamiento puede simplificarse en una lógica bastante sencilla, que involucra el cómo enfrentamos la vida, bajo que perspectiva, bajo que premisas, bajo que credo. Si de algo estamos seguros es que nuestro cuerpo volverá a la tierra, pero el cómo llegamos a ese destino, es lo que nos hace diferentes. Si bien como seres humanos la muerte pareciera ser un abismo desconocido el cual nos cubre de incertidumbre y temor, el sobre llevar esas sensaciones sublimes viene de un entrenamiento y una creencia mayor. Los Samuráis eran educados y preparados tempranamente para seguir este camino, para que llegado el minuto éste se encontrara presto a morir para ser totalmente fiel con su señor: “El mérito en el valor marcial reside en morir por el maestro en vez de batir al enemigo”.
Es imposible dejar de pensar bajo qué circunstancias el morir implica una ganancia honorable, cómo es que hay mérito en morir, qué es lo que lleva a alguien morir por algo o por alguien, en qué consiste tal fidelidad.
La palabra fidelidad implica etimológicamente lealtad de una persona a otra, esto es un acto de firmeza en los afectos y en las ideas que lleva a no engañar ni traicionar a los demás, de seguir el camino hasta la muerte, que es el destino sin escape de todo ser viviente.
Debido a ello las preguntas que surgen en el interior son ¿Por quién estas dispuesto a morir? ¿Qué involucra el morir por algo o alguien? En muchas culturas es el credo el que determina por quién están dispuesto a morir, vemos como en muchas culturas orientales los ideales los llevan a perder sus vidas por la recompensa prometida.
Y no será que es algo más común de lo que creemos, no será que cuando hablamos de humildad y servicio también implica la muerte a uno mismo, ya que en definitiva morimos a nuestro orgullo, a esa vana manera de pensar, egoísta, siendo el centro ese yo y cedemos. No será que para ser un buen alumno, para aprender, para nutrirse de conocimiento es necesario dejar paradigmas, dejar orgullo, permitir corrección y ser moldeables. ¿No es acaso el carácter que se forma día a día como plata en el crisol, una muerte segura, para que en manos de alguien más sabio pueda ser moldeada nuestra alma para ser mejores?. Será que al morir a ese ego uno se pone al servicio de los demás ¿Y No es la muerte del yo el gesto más grande de voluntad y carácter… y no es eso, oculto tras las hojas, una muestra del más profundo amor ?...
Mario Henríquez Beltrán
