ONNA BUGEISHA
Cuando hablamos de Samuráis nos viene a la mente la imagen de hombres valientes que luchan con honor sin temer a sus enemigos ni a la muerte. Pero ¿qué hay de las mujeres? ¿También hubo mujeres guerreras? Por supuesto que sí. El valor y el honor de la casta samuráis no pertenecen estrictamente a ellos.
Hace mucho tiempo en Japón existieron mujeres igual de fuertes y valientes que también combatieron con honor y bravura junto a ellos, o incluso dirigiéndolos en la batalla. Ellas son las ONNA BUGEISHA o conocidas como mujeres Samuráis, que significa “maestra de las artes marciales”.
Las Onna Bugeisha es un reducido grupo de esposas, hijas y hermanas de Samuráis que desarrollaron actividades bélicas en el Japón feudal. Miembros de la clase Bushi (guerrero) fueron entrenadas en el uso de armas para proteger su casa, familia y honor en tiempos de guerra.
A diferencia de la katana, usada universalmente por sus equivalentes Samuráis masculinos, las Onna Bugeisha empleaban como arma más habitual la naginata, una variedad de lanza de hoja curva de gran versatilidad. La preferían sobre todo por su longitud, que permitía compensar la mayor fuerza y tamaño corporal de oponentes masculinos manteniéndolos a distancia. La Onna Buggeisha es una solemne guerrera y diestra en el camino del guerrero, es un símbolo para Japón que se les recuerda por su honor y ferocidad en la batalla.
En vista a los antecedentes descritos opino que es destacable la valentía de esas mujeres que luchaban para proteger a sus familias y entorno, defender sus valores y principios independiente de las situaciones presentadas; lamentablemente en la actualidad la disciplina y el respeto por sus principios en nuestro continente americano se a perdido, tomando valores a cosas mas cotidiana y materiales.
En estos puntos nos diferenciamos con el continente oriental, ellos desde sus ancestros han puesto como pilares en sus vidas el respeto por la familia, el matrimonio, los adultos mayores y a sus SENSEI (maestros) que guían en el camino del Budo. Si lo llevamos a la vida moderna, una de las ramas de las disciplinas de artes marcial, es el KENDO, que busca tanto en hombre como mujeres el camino de la sabiduría, respeto, humildad, solidaridad, disciplina, pero sobre todo el conocimiento personal, que permiten ir construyendo los pilares fundamentales para la desarrollo de la vida en sociedad, estas características profundamente arraigadas en nuestro DO (camino) nos permite ver las cosas con otros ojos, valorando lo mas simple y respondiendo a los desafíos de la vida con armonía que finalmente es el Budo. Es por eso que considero que para las mujeres de hoy en día es tan importante, ya que se hace necesario poder rescatar ese espíritu guerrero y llevarlo a la vida diaria y ser parte de la tradición, de esas antiguas mujeres maestras de artes marciales, de esta forma con actitud correcta enfrentar la vida.